Inició con este tema, la publicación de una serie de entradas relacionadas con el periodismo empresarial, área periodística que ejerzo en este momento y que comparto con ustedes por ser relatos que me han emocionado y espero los emocionen a ustedes también.

Diseño, A.Torres Rivero
Aquel que en algún momento de su vida no ha elogiado, adulado, alabado, camelado, piropeado o en otras palabras “hecho la pelota” a un jefe o a alguien para conseguir algo, que tire la primera piedra. Y lo planteo así, a riesgo de que me lancen una a la cabeza, porque siempre hay uno que se considera la excepción de la regla.
Me arriesgo con la afirmación porque conozco el origen ancestral de la práctica así como la evolución que la misma ha tenido en el desarrollo histórico de nuestro comportamiento en el campo laboral y social.
Y no exagero ya que el origen de “Hacer la Pelota” o “Ser un pelota” en España, según muchos investigadores sobre este tema, data desde el Siglo XIX, cuando por aquel entonces el Rey Fernando VII se aficionó al juego del billar y los cortesanos o nobles con quien lo jugaba, se esforzaban en sus turnos por dejar las pelotas o bolas del billar, dispuestas de tal manera que al Rey Fernando le resultara fácil hacer la carambola.
Existen otras versiones que atribuyen el origen a otros oficios, non santos, que no quiero mencionar pero en los que la finalidad era la misma, conseguir algún beneficio inmediato o futuro de la persona a quien se le hace la pelota.

Imagen. desmotivaciones.es
Pero hacer la pelota dentro del campo laboral ha evolucionado desde entonces casi que a la par de las distintas políticas que han surgido a lo largo de los tiempos, tendientes a modernizar las relaciones laborales y optimizar sus resultados.
Una prueba de lo anterior es que actualmente, de acuerdo a lo que he investigado sobre el tema, el peloteo está tan arraigado en la actividad laboral, que los especialistas en Relaciones laborales han decidido cambiarle el nombre y “dignificar” la actividad, asignándole una denominación en ingles, porque hay quienes piensa que en “Inglis”, todo suena mejor.
Es por eso que para esos especialistas actualmente ya no se practica “el peloteo”, eso no es elegante, ahora se hace “managing upwards”, gestionar a los jefes, que según José María Peláez, Profesor y Consultor de Recursos Humanos, un exponente de esta teoría, lo practican aquellos trabajadores que él identifica como “inteligentes emocionales”, que son aquellos “que gestionan a sus jefes, sin una ambición egoísta de crecimiento exclusivamente personal, sino buscando mejores resultados para el equipo y el bien de todos”.
Al leer esto, estoy seguro que más de uno se sentirá identificado como un inteligente emocional e incluso se sentirá orgulloso de serlo y yo respeto esa posición, pero tengo que decir que a lo largo de toda mi vida laboral, que ha discurrido por más de tres décadas y dos continentes, no me he topado con ningún compañero que “haya hecho la pelota” o Gestionado a un Jefe, con un objetivo distinto al de beneficiarse única y exclusivamente él.
Tengo que decir, también con la misma seguridad, que personalmente justifico el peloteo cuando la consecución del beneficio personal no perjudica los derechos de los demás y más adelante les daré un ejemplo de esto último.

Imagen Desmotivaciones.es
He de decir también en favor de José María Peláez, que él justifica el “managing upwards”, pero advirtiendo en no caer en dos clases de peloteo altamente despreciables como el que practican en primer lugar, “los trepas, aquellos que lo hacen para subir; aquellos a los que les mueve la ambición egoísta; los que hacen carrera a costa de los demás y, casi siempre, contra los compañeros”, según lo expresa el especialista.
Y en segundo lugar los mediocres. Los que hacen la pelota para no bajar su estatus dentro de la empresa. “A esto les mueve el miedo y la mediocridad por lo que necesitan ganarse la simpatía de sus jefes”, sostiene el especialista.
Quiero dejar claro que el trato cortes, amable y respetuoso hacia el jefe, no debe considerarse bajo ningún concepto una forma de peloteo o de “managing upwards”, aunque durante mi experiencia laboral, me he topado con compañeros y algún jefe poco inteligente que así lo han creído.
Termino confesando abiertamente que he hecho la pelota a familiares, amigos, uno que otro jefe, pero sobre todo a ustedes, los mejores lectores del mundo, los más inteligentes, los que siguen las publicaciones de mi blog Relatosyemociones. Lectores participativos, que me regalan unos minutos de su preciado tiempo para escribirnos un comentario o colocar un “me gusta”.
A que soy un pelota de los buenos.
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