Las ocurrencias de los niños

Imagen: Pim Pam fiestas. Chistes para niños y niñas,

¿Qué padre, por lo menos una vez, no ha vivido una situación embarazosa originada por esas ocurrencias que sueltan los hijos en el momento menos oportuno

Quienes no la hayan padecido les aseguramos que se han perdido de momentos deliciosamente vergonzosos, porque no queda duda que algunas ocurrencias son tan ingeniosas, que lejos de molestar a los afectados sólo provocan un sonrojo que se alivia con una sonrisa disimulada o una estruendosa carcajada.

Son anécdotas que permanecerán en la memoria durante toda la vida y se contaran una y otra vez a quien quiera oírlas, así se nos caiga la cara de vergüenza como les pasa a los protagonistas de los casos que les contamos en esta nota.

Y no es para menos, o cómo cree que reaccionaría usted si en una reunión con sus amigas, su hija irrumpe y con cándida extrañeza le pregunta a una de sus amigas, de sílfide figura, por qué tiene las piernas así.

-¿Así cómo nena?, pregunta extrañada la aludida.

– Así como si te hubiera dado polio.

Rocío, la madre de la pequeña sintió que se la tragaba la tierra y nos imaginamos que a su amiga no le haría mucha gracia el comentario de la niña,  pero después de unos segundos que todas se miraron entre si, soltaron una estruendosa carcajada celebrando la ocurrencia de Angélica María de sólo seis años de edad.

Son niños de “chispa adelantada”, según los llama la gente y son aquellos que cuando nadie lo espera, rompen la conversación de los adultos con un análisis de “alta sencillez”, una pregunta de comprometedora respuesta o una respuesta jamás esperaría.

La psicología se ha ocupado en muchas ocasiones del tema.  Jean Piaget, considerado uno de los psicólogos pionero de la teoría de la cognición, considera que “el conocimiento que el niño tiene del mundo se limita a lo que percibe de él, no sabe de alternativas.  Además, percibe su mundo físico y social según la experiencia previa que ha tenido de él.  Esta visión limitada de las cosas lo lleva al supuesto de que todos piensan como él y lo comprenden sin que él deba esforzarse por expresar sus pensamientos y sentimientos”.

Hay muchos ejemplos que confirman esta descripción de Piagge:

Roxana Margarita de tres años de edad no se complica al no conocer el nombre de la parte posterior de la rodilla, por eso sin esforzarse le dice a su padre:

–  Papi, ráscame la axila de la pierna.

Gina Paola, de tres años, jugando una tarde en su casa con unos muñecos, pintó un círculo en el piso dejando encerrados a los muñecos.  Luego en un diálogo imaginario con ellos les preguntó:

– ¿ Y ahora cómo hacen para salir de esa circulidad?.

Personitas: Lorena Canottiere

                                      LOS PREESCOLARES

Los preescolares son fábricas de las ocurrencias de que nos ocupamos en este artículo:

Julián Antonio, de cuatro años, en el salón de clase le pide a la profesora que le quite uno de los zapatos.  La maestra extrañada le pregunta para qué, y Julián con toda naturalidad le responde.

– Es que me rasca la mata del pie.

La misma profesora, en otra oportunidad le enseñaba a sus pequeños alumnos que debían cuidar los juguetes tratándolos bien y les insistía sobre todo en la necesidad de mantenerlos aseados.

Domenico, de cinco años de edad, interrumpió la exposición de la docente y con gran convencimiento grito:

– Claro, maestra, para que no huelan cuando se hacen caca como nosotros.

Para Graciela Mazzillo, psicóloga de la Universidad del Norte de Barranquilla, Colombia, esa “chispa adelantada” se manifiesta en aquellos niños que han tenido mayores estímulos por parte de sus padres y de su entorno.

–  Dichos estímulos deben iniciarse desde la temprana edad de los niños, incluso desde antes del nacimiento, con lo que se consigue que su capacidad de percepción se estimule y desarrolle.  Son niños que no se detienen al no encontrar el término adecuado y recurren a una palabra que para ellos significa lo que quieren decir.  Para ellos la vida es tan simple y sencilla como se la dicta su pensamiento.

Otro ejemplo de ello, también recolectado en los preescolares, es el de la profesora que le dice a Erika Andrea que tiene que estudiar muy bien la lección.  La niña, con una resignada obediencia, le contesta:

– Claro profe, yo voy a leccionarme para el examen.

Imagen; 10 Ocurrencias Infantiles que te harán reír

LA DEL PREMIO

Una ocurrencia como para premio fue la de Diana Lucía, de siete años de edad.  Lucy, su madre, atendía en la sala de su casa a una vieja amiga de la familia, que tenía la nariz chata, la cara plana  y la barbilla algo pronunciada hacia adelante.  La niña llega a la sala y al ver a la mujer, se acerca donde su mamá y le pregunta sin ninguna prevención:

– ¿Mami, ¿por qué ella tiene la cara así ?

La madre sonriendo nerviosamente al presentir lo que se le avecinaba intentó evadir la pregunta, pero la niña le insistió tanto que al final sucumbió a la vergüenza que le deparaba la respuesta:

– Así como Diana?

Y la niña con toda franqueza le contestó:

– ¿Así, cómo para adentro.

Un padre hace un amplio rodeo para eludir el lugar donde está instalada una llamativa ciudad de Hierro a la cual ese día no puede llevar a su hija.  La niña le insiste a su padre para que la lleve y éste, para despistarla, le dice que en ese momento no pueden ir porque están muy lejos. La niña con seguridad sorprendente le dice:

– ¡ No, papi, estamos cerca, tú cruzas derecho y enseguida llegamos!

Para Esperanza Chacon, educadora preescolar, existen dos factores que influyen en ese surgimiento de esa “chispa adelantada” que hace sobresalir  a algunos niños de los demás.

– Uno de ellos es el biológico o de maduración del niño en el cual influyen la alimentación y la salud física del menor.  El otro es el ambiental en el cual funciona todo su entorno, padres, hermanos y profesores.  Aquí tiene mucho que ver la estimulación y la dedicación que se tenga con el infante.

Está demostrado que es necesario que los padres hablen, jueguen y sobre todo, no contesten con un sí o un no a los interrogantes de sus hijos sino darles la explicación que requieren. Esto, según los expertos, permite que los menores se desarrollen con una mejor capacidad para asimilar las situaciones.

Si usted padre de familia que está leyendo esta nota, no les brinda el tiempo de calidad que requieren sus hijos, decídase a hacerlo porque los resultados bien valen la pena y las experiencias son muy agradables.

Aún tenemos información de otro buen número de ocurrencias, pero nos parece oportuno dejar esta crónica hasta aquí, porque no queremos que nos pase como al papá que le insistía a su hijo para que le contara como le había ido en el colegio y este le respondió:

– Ya basta, papá, que estas muy cansón.

El Heraldo 22 de Octubre de 1991

8 comentarios en “Las ocurrencias de los niños

Replica a ALFONSO RICAURTE MIRANDA Cancelar la respuesta